Ultimamente
hemos sucumbido al brunch. Sienta de maravilla levantarse a las mil y
meterse entre pecho y espalda un pedazo de desayuno.
Nuestro
domingo ideal empieza con un coctel, aquí somos de improvisar,
cualquier fruta que tengas en casa mezclada con arte y un chorrito de
alcochol, que para eso es Domingo. El otro día hicimos mimosas, que es
muy facil, mitad de champagne y mitad de zumo de naranja. Hace un par de
semanas improvisamos un coctel de mango y vodka con arándanos.
Imaginación al poder.
Al coctel le acompañan un huevo benedictino y un café.
En
nuestra opinión el éxito del brunch recae casi por completo en los
huevos benedictinos. Están de muerte y son fáciles de preparar. Además
si tienes invitados quedarás como un marqués, porque quedan muy bonitos.
Por
si no sabes qué es, es un huevo escalfado sobre un trozo de pan (plano,
por favor, que como al pan le de por bailar la lambada en el plato el
huevo se va a pique), con algún tipo de embutido o salmón y salsa
holandesa por encima. Hay mil variantes (con jamón cocido, con bacon,
con espárragos...) pero como más nos gusta a nosotros es con salmón.
Esta es nuestra receta.
Ingredientes: Pan, embutido o salmon, huevo, vinagre
Salsa Holandesa: Una yema de huevo, 50 gramos de mantequilla y zumo de medio limon.
En
abundante agua hirviendo echar dos cucharadas de vinagre, un poco de
sal y bajar el fuego. Depositar los huevos (sin cáscara) en el agua y
bajar el fuego, cocerlos sin que llegue a hervir durante 3 minutos.
Se
saca el huevo del agua, se escurre bien y se sirve sobre el pan
caliente con salmon o lo que le queramos poner. Encima del huevo
abundante salsa holandesa para la cual se derrite al baño maria la
mantequilla. Mientras tanto se bate bien la yema de huevo con una pizca
de sal y se le añade lentamente la mantequilla mientras seguimos
removiendo. Cuando la salsa se vuelva espesa, dejamos de añadir
mantequilla y se incorpora poco a poco el limon hasta que la mezcla se
vuelva liquida de nuevo. Servir inmediatamente.
Se puede decorar con cebollino picadito por encima.
Y voilá. Huevos benedictinos o benny para los amigos. El momento Instagram está asegurado.
¡Que aproveche!