Ultimamente
hemos sucumbido al brunch. Sienta de maravilla levantarse a las mil y
meterse entre pecho y espalda un pedazo de desayuno.
Nuestro
domingo ideal empieza con un coctel, aquí somos de improvisar,
cualquier fruta que tengas en casa mezclada con arte y un chorrito de
alcochol, que para eso es Domingo. El otro día hicimos mimosas, que es
muy facil, mitad de champagne y mitad de zumo de naranja. Hace un par de
semanas improvisamos un coctel de mango y vodka con arándanos.
Imaginación al poder.
Al coctel le acompañan un huevo benedictino y un café.