Hace un mes mas o menos, aprovechando que la fresa estaba a buen precio compré un par de kilos para guardarlas. Lo que hago normalmente es limpiarlas, cortarlas en cuartos y congelarlas en un tupper (fiambrera, fiambrere... taperwe!) para que no se estropeen. Una vez que están congeladas, las paso a bolsas de congelación para que ocupen menos espacio y así tengo fresas todo el verano para hacer batidos y cocteles.
Pero este año me he atrevido con las mermeladas. Os comento que no soy muy dulcero y prefiero las mermeladas poco dulces como la de naranja amarga, que es mi favorita. Así que después de indagar un poco en internet me he quedado con dos recetas y las he adaptado un poco a mi gusto. Las elegidas son la mermelada de fresa con naranja y la mermelada de fresa con jengibre. Las dos están buenas pero os recomiendo esta última especialmente.